jueves, 24 de julio de 2008

Dia 20 - La gran muralla

7 de la mañana. Nos vamos a ver "La Gran Muralla China". En general, la visita a la muralla no se hace "en cualquier sitio", sino que hay unas zonas habilitadas para ello. Dichas zonas, como es lógico, son una atracción turística y para acceder hay que pagar. La muralla está en lo alto de la montaña en zonas con una pendiente considerable, y acceder a ella no es sencillo si no vas a uno de estos sitios. Las posibilidades para visitar la muralla son variopintas. Nosotros queríamos encontrar algo que no fuera de lo más turístico, pero también queríamos visitarla en un punto cercano a Beijing y cuyo recorrido no sea demasiado pesado. Decidimos ir a Mutianyu. Es un lugar situado a unas dos horas de Pequin. Para llegar al lugar hay que coger dos autobuses y una vez allí te suben a la muralla en un telesilla (estilo estación de esquí) y para bajar tienen una especie de tobogan por donde te tiras con un carrito.

Tomamos el primer autobus y le mostramos a la mujer que cobraba las entradas a dónde queríamos ir. Le enseñamos tanto el lugar donde queríamos bajarnos en ese autobús, como el lugar al que finalmente íbamos. La mujer nos cobró los billetes y nosotros nos subimos y nos echamos a dormir sin pensarlo. A mitad de camino nos despertó y nos indicó que nos bajáramos allí. Cuando lo hicimos, había un tipo con un coche esperándonos (nosotros flipábamos) la tia... habría llamado a alguien para que nos recogiera allí (todo amañado) y el hombre (con un coche normal, nada que ver con un taxi) nos llevó al pie de la muralla por un módico precio. La verdad es que no teníamos muchas alternativas en ese momento, ya que no entiendes nada de lo que te dicen y no has estado nunca allí, por lo que estás un poco a su merced. En realidad, no sabemos si la mujer del bus lo hizo por ayudarnos y en cuanto paró en un sitio en el que había conductores que llevaban turistas a la muralla (práctica muy extendida aquí) nos avisó... o si bien lo que pasó es que el hombre era amigo suyo y reparten los beneficios. El caso es que ir en el segundo autobús nos habría costado parecido y este hombre nos subió, nos esperó a que visitaramos la muralla y nos volvió a bajar al mismo sitio.
Acceder, subir, bajar por el tobogán y un seguro "obligatorio" (de 1 yuan) nos ha costado 101 yuanes a cada uno (unos 10 euros)
La muralla no es completamente continua y en su diseño hay una torre de vigilancia cada cierto número de metros. La estructura no es muy alta, pero sí muy ancha y lo que más nos ha sorprendido es dónde está construida. El sitio es dificilmente accesible ya de por si, así que no queremos imaginarnos lo que tuvo que ser subir hasta allí el material y construir!!! Las pendientes de la muralla son muy muy grandes y gran parte de su trazado no es liso sino que son escaleras de peldaños desiguales. A uno y otro lado la vegetación (muy densa) casi se come la muralla. La muralla parece incrustada en los árboles.
Hemos tenido cierta mala suerte con el día porque no ha sido muy despejado por lo que tampoco hemos podido ver muy a lo lejos. También es cierto que debido a la orografía montañosa, no es fácil ver mucha muralla, al menos desde donde nosotros estábamos.
Tras caminar un par de horas por la muralla y hacernos unas cuantas fotos, hemos bajado por el tobogan para iniciar el camino de regreso.
Un montaje muy turístico pero ha valido la pena! :)
En otro orden de cosas, me consta que en España se ha hablado mucho de la contaminación de Pequin cara a los JJOO y de las protestas de algunos atletas que han amenazado con incluso no tomar parte.La verdad es que la contaminación existe y es claramente visible. El cielo de Beijing tiene un color grisaceo como si de una niebla poco densa se tratara. Para mitigar un poco el efecto de la contaminación, el gobierno ha aprobado algunas medidas. Una de ellas es que cada día, sólo la mitad de los automóviles privados puedan circular. En concreto, un dia circulan los que tengan una matricula con un final par y otro día los de final impar. Además, algunos carriles de las carreteras están reservados para "cosas olímpicas" y no pueden ser utilizados por usuarios de a pie.